Palabra de advertencia y consuelo

1. Entonces, escribe una breve advertencia y consuelo a Th. M. H., quien, debido a un amor por la casta religiosa que va en pos de Mí, tiene en alto honor a los "prisioneros en espíritu y en el cuerpo".

Ellos son personas que valoran al clero más que a Mí y a veces a los santos del calendario más que a Mí y a las ceremonias y costumbres paganas más que a Mí y a un libro de oraciones en latín, que no entienden, más que a Mí, y se honran mucho los unos a otros y al clero aún más que a Mí y consideran la confesión más alta que el verdadero arrepentimiento y el perdón de los pecados.

Por eso se confiesan constantemente, pero también vuelven a caer inmediatamente en sus pecados anteriores después de la confesión.

Y quienes consideran como verdad indiscutible algunos engaños de los monasterios, pero huyen de las Sagradas Escrituras y ven como una gran herejía recalcitrante cuando alguien quiere leer el libro de la Vida y del santo Amor.

¡Y consideran que un librito de oraciones y sin sentido, escrito por un monje hipócrita, fuertemente farisaico, es una verdadera llave al cielo!

2. ¡Oh, pobres ciegos! — Un día se les encenderá una luz más brillante cuando dejen de descuidar su humildad interior debido a su "santidad" monástica y privilegiada; y cuando ya no se consideren —en secreto— mejores que cualquier otra persona libre, no monástica.

3. Que las palabras siguientes sean la advertencia y el consuelo para Th. M. H .:

4. ¡Sobre todo, búscame únicamente a través de la verdadera abnegación, el amor interior, la paciencia y la mansedumbre!

Porque si Me buscas únicamente a Mí, también Me encontrarás. Y cuando Me encuentres, entonces encontraste todo. ¡Porque solo Yo soy el máximo Tesoro de todos los tesoros y Yo soy más que todos los mundos y todos los cielos!

5. Pero si Me buscas, ¡tienes que buscarme dentro de ti y no en los demás! Porque, ¡¿se puede buscar a alguien en un país extranjero, alguien que mora y permanece constantemente en casa dentro de ti y que te espera allí?! —

¡Así como no vives tu vida en el cuerpo de otra persona, sino en el tuyo, así también debes empezar a vivir Conmigo dentro de ti y buscarme en ti! ¡Seguro que Me encontrarás allí! ¡Porque para ti Yo vivo únicamente dentro de ti! ¿Y si esto no fuera así, cómo podrías vivir, respirar, pensar, sentir, percibir, sentir para luego orar a Mí?

6. ¡Mira, ese es el camino correcto hacia Mí! Todos los demás siempre llevan por mal camino. Por lo tanto, camina libremente, con valentía y sin miedo, para que encuentres la meta deseada muy fácil y pronto, y solo entonces verás y reconocerás cuán suave es Mi yugo y cuán ligera es Mi carga.

7. Toma el Nuevo Testamento a la mano y léelo con atención, para que descubras pronto la escuela de la vida verdadera en él. — Y si después comienzas a actuar únicamente según él, ¡entonces serás inundada con ríos de luz eterna y el agua viva fluirá de tus entrañas!

8. ¡Sé siempre alegre en tu pobreza! ¡Porque cuanto menos participe alguien en el mundo y sus ídolos muertos, tanto más está él Conmigo y tanto más ha invertido su capital eterno e inmortal en Mí con ganancia de intereses extremadamente altos! — ¡Así que alégrate, porque estoy más cerca de ti de lo que crees!

9. Pero si tomas el Nuevo Testamento en la mano, ¡mira primero el capítulo 15 de Juan y observa los versículos 17 al 23! (Ver más abajo) — En estos versículos encontrarás un gran tesoro escondido. ¡Se te será abierto y verás con ojos asombrados la "llave verdadera" con la que abrirás fácilmente la pequeña habitación en el que, dentro de ti, espero por ti! Amén.

10. Tu verdadero novio te dice esto a través del siervo perezoso, ¡Amén!

11. Nota. La llave o el reino abierto ya se muestra en los últimos cuatro versículos de este capítulo, es decir, en los versículos 24, 25, 26 y especialmente en los 27.

¡Porque lo que aquí se les dice a los apóstoles, está también dicho a todo el mundo! Esto te lo dice el Primero y el Último. Amén.

Fuente: Dádivas del Cielo, tomo 1,
recibido el 31 de julio de 1841.


Juan 15:17-23


17. Esto os mando: que os améis los unos a los otros.

18. Si el mundo os odia, sabed pues que Me ha odiado antes que a vosotros.

19. Si pertenecierais al mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no pertenecéis al mundo, ya que Yo os elegí del mundo, por eso el mundo os odia.

20. Acordaos de Mi Palabra que Yo os he dicho: "El siervo no es mayor que su señor." Si a Mí Me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado Mi Palabra, también guardarán la vuestra.

21. Mas todo esto os harán por causa de Mi Nombre, porque no conocen al que Me ha enviado.

22. Si Yo no hubiera venido y no les hubiera hablado sobre esto, entonces ellos no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa alguna con la cual puedan disculparse de su pecado.

23. El que Me odia a Mí, también odia a Mi Padre.


Juan 15:24-27


24. Si Yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han visto y odian a los dos: a Mí y a Mi Padre.

25. Pero para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: "Sin causa Me odiaron".

26. Pero cuando venga el Consolador, a quien Yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual proviene del Padre, Él dará testimonio acerca de Mí.

27. Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado Conmigo desde el principio.